Él dice que escribirle a alguien es la única manera de esperarlo sin hacerse daño.

Alessandro Baricco, Océano Mar

Si hay un lugar en el mundo en el que puedes pensar que no eres nada, ese lugar es este. Ya no es tierra, todavía no es mar. No es una vida falsa, no es una vida verdadera. Es tiempo. Tiempo que transcurre. Y no más.

Alessandro Baricco, Océano Mar

Ahora sentía incluso una sombra de opaca amargura, como cuando las graves horas del destino nos pasan al lado sin tocarnos y su estruendo se pierde en lontananza mientras nos quedamos solos entre torbellinos de hojas secas, añorando la terrible pero gran ocasión perdida.

Dino Buzzati, El desierto de los tártaros

Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas

Julio Cortázar, Rayuela

Precisamente esa noche comenzaba para él la irreparable fuga del tiempo.

Dino Buzzati, El desierto de los tártaros

Lo que contaba era que parecía disfrutar oyéndolo hablar y que nunca le decía que no cuando la llamaba.

Paul Auster, Sunset Park

Ese lenguaje es de marinero, pero tú no eres marinero, Si tengo el lenguaje, es como si lo fuese.

José Saramago, El cuento de la isla desconocida

-Podemos ser amigos -dice. -E incluso todo lo que queramos.

Muriel Barbery, La elegancia del erizo

Miraba hacia adentro y estaba sereno; se aislaba del resto del mundo. O también podría decirse que dejaba que otros mantuvieran el mundo en funcionamiento.

V.S. Naipul, India

Iba dando traspiés, porque sus ojos iban pensando en otra cosa.

Boris Vian, El otoño en Pekín