Yo no lo dudaba: lo suficientemente enojada o divertida: esas serían las razones.

-Si me haces enojar lo suficiente, soy capaz de cualquier cosa. O....
Se interrumpió.
-¿O qué?
Y sonrió. Con mucho encanto.
- O si me divierte lo suficiente -dijo.
Yo no lo dudaba: lo suficientemente enojada o divertida: esas serían las razones.

Alfred Hayes, Mi perdición

La palabra es una caricatura miserable.

Abelardo Castillo, "El candelabro de plata"

Un cariño no vive de palabras bonitas y promesas a la distancia.

Julio Cortázar, "La salud de los enfermos" en Todos los fuegos el fuego