Pensó furtivamente en las probabilidades que ofrecía para una aventura de rápido desenlace, las comparó con la perspectiva de una conversación convencional, de un programa nocturno, de posibles dificultades logísticas, del esfuerzo de atención que es siempre necesario para trabar conocimiento aunque sea superficial con una persona y siguió leyendo, convencido de que la mujer no podía en realidad interesarle.

Ítalo Calvino, "La aventura de un lector" en Los amores difíciles

1 comentario:

  1. Uh...si seremos neuróticas...porque, lo sabés, un poquito te sentiste identificada.

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