Yo no entiendo a la humanidad. Por ejemplo: todo el mundo está acostumbrado a que en los ómnibus, los trenes y los subterráneos los empujen, los apretujen, los despeinen y los tironeen de aquí para allá. Y nadie se queja. Pero basta que se den cuenta de que el que los empuja es un elefante ¡zápate! hay que ver el escándalo que hacen.

María Elena Walsh, Dailan Kifki

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